¿Alguna vez sentiste que tenías que esconder quién eres para encajar en el trabajo? Tal vez cambiaste tu forma de hablar en una reunión, evitaste contar algo personal por miedo a ser juzgado o pensaste dos veces antes de usar una prenda que te representaba. No estás solo. En muchas empresas, ser uno mismo todavía parece un riesgo.

La rotación de personal no es una moda pasajera ni un problema exclusivo de las grandes empresas. Es un síntoma. Y como todo síntoma, esconde una causa más profunda que no se ve a simple vista.

La búsqueda laboral de las personas ha cambiado mucho en los últimos cien años. ¿Qué se buscaba antes? Estabilidad, un buen sueldo, oportunidades de crecimiento continuo y cercanía de la oficina a la casa. Hoy todo este panorama ha cambiado y las nuevas generaciones buscan otros requisitos a la hora de encontrar trabajo. ¿Cuál suele ser su prioridad? Su calidad de vida.